lunes, agosto 22, 2005

Perfecciones


El cristiano tiene una exigencia extrema. Y muchas veces siente que esta obligado a ser perfecto. No tanto porque tenga "obligaciones religiosas" como por las presiones externas. Cada error pareciera ser visto como una lupa gigante por todos los que nos rodean. Inclusive aquellos compañeros en la Fe.
Particularmente quisiera alcanzar una perfección real y no meter demasiado la pata. Sé que somos imperfectos. aunque me costo llegar a aceptarlo, muchas veces caí en la trampa de creerme mejor que los demas. Por algo Pablo dice "considerando a los demas como superiores ti mismo", para no caer en los juzgamientos que utilizamos para encubrir nuestras propias debilidades. ¿Que hacer? ¿Exponernos tal cual somos u ocultar nuestras debilidades?

No somos super-hombres, nunca lo seremos

Pero Cristo esta allí para recordarnos que a cada error, podemos acercarnos a Él y arrepentirnos y mejorar nuestras acciones brusca o progresivamente... pero mejorar.
Cada arrepentimiento ha de ser sincero y genuino, provocando un cambio de actitud. esto es el verdadero arrepentimiento: un cambio de mente.

Nuestra meta es Cristo pero nunca llegaremos a ser como el era. Pero de tanto intentar seremos mucho mejores que cuando no lo conociamos ni lo teniamos como nuestro modelo y mentor.

Dios os bendiga a todos...

Io

1 comentario:

Shajah dijo...

"Nuestra meta es Cristo, pero nunca llegaremos a ser como el era". Me dolió tu frase. Porque sí podemos ser como Cristo. El no creerlo no solo es falta de fe sino de esfuerzo y valentía de nuestra parte. Recuerda que Dios le dijo a Josué: "Esfuérzate y sé valiente" después le agregó "Yo estaré contigo". Si no creemos a las Palabras de Cristo le hacemos a Él mentiroso. Él dijo que nosotros "haríamos cosas mas grandes que las que Él hizo". Pero si mi mente se niega aceptarlo, actúo igual que Tomas, espero ver para creer. Pero Dios nos insta a "creer para ver". "¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?". No cantes "Abre mis ojos oh Cristo, yo quiero verte" si no esperas verle. No puedes decir que le sigues, si no tienes la seguridad de alcanzarlo. Si solo lo haces como un buen intento de tu parte, es hora de replantearte tu condición frente a Él. Tú eres Su hijo. Créelo. Ningún Padre engañaría a su hijo. Tú eres "Mas que Vencedor". Él ya ganó por tí. Asume tu identidad en Cristo, de tal manera que puedas decir como Pablo: "Ya no vivo yo, mas vive Cristo en mi". Eres muy valioso en manos del Señor. No te subestimes. Con amor,